jueves, 25 de septiembre de 2008

Vigorexia: la anorexia de los fuertes

La anorexia nerviosa es una enfermedad psiquiátrica, un trastorno del comportamiento alimentario que se puede considerar como una alteración por defecto de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. El término además implica una distorsión por parte del paciente de su esquema corporal. Por esta razón, la vigorexia es considerada una forma de anorexia nerviosa.
La vigorexia, un trastorno del comportamiento relacionado con la obsesión por estar musculado, se está dando cada vez más en la sociedad. Se trata de una alteración de la imagen que el paciente tiene de sí mismo, derivada del rechazo que siente por su cuerpo y del deseo de acercarse a los cánones estéticos. También está vinculada a desórdenes emocionales y sus víctimas suelen ser personas inseguras, introvertidas, con problemas de integración y baja autoestima.


Esta enfermedad tiene sus raíces en la anorexia, a pesar de que se manifiesta de forma totalmente contraria: en lugar de tener la sensación de estar con kilos de más, el problema es que el que padece vigorexia nunca se encuentra suficientemente musculado.
Según parece, el número de casos de este tipo está creciendo cada vez más a pesar de que, tal y como apunta la psiquiatra y neuróloga Teresa Lartigau "la enfermedad está todavía en fase inicial".

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Diferencias entre Anorexia y Vigorexia:

⇒ La anorexia es más frecuente en la mujer y la vigorexia, en el hombre.


⇒ El anoréxico se ve obeso, mientras que el vigorexico se ve débil y enclenque.


⇒ El anoréxico desea delgadez y la persona con vigorexia, musculatura.


⇒ En la vigorexia la automedicación es de anabolizantes y en la anorexia de diuréticos, laxantes y
anorexígenos.

martes, 23 de septiembre de 2008

Epidemiología

No se dispone de datos fiables sobre su prevalecía ya que se considera que está infladiagnosticada e infravalorada. Se considera que un 10% de los hombres que acuden al gimnasio pueden presentar este síndrome. En España los datos señalan que uno 20.000 pacientes se encuentran afectados. No todos los culturistas lo padecen ni es exclusivo de los hombres aunque su predisposición es mayor.

La edad más frecuente de aparición es entre 18-35 años.


Se considera patológico cuando la preocupación por el cuerpo y la musculatura absorbe varias horas al día y las repercusiones en la salud son relevantes. La consecución de un cuerpo deseado se convierte en una meta imprescindible para ser feliz.

Se puede detectar por signos médicos como: acné importante, testes pequeños o infertilidad que la causan el abuso de esteroides anabolizantes androgénicos que suelen consumir y cuyo uso se ha extendido.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Características clínicas

Trabajan su cuerpo de forma compulsiva; actitudes anómalas hacia la comida, seleccionan los alimentos y tienen conocimientos detallados sobre las dietas rechazando las grasas; obsesión por verse musculosos que les hace mirarse continuamente en el espejo y pesarse varias veces al día; retraimiento social; camuflan su físico con ropas superpuestas o que abulten para parecer más voluminosos; levantamiento de pesas y ejercicio físico más de 6 horas al día cuya meta es aumentar la masa muscular. Narcisismo. A nivel psicológico muestran alteraciones en el carácter, irritabilidad y perfil agresivo.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Complicaciones

  1. El consumo de anabolizantes provoca: Repercusiones cardiovasculares, lesiones hepáticas por exceso de proteínas, aumento del colesterol, retención de líquidos y repercusiones renales.
  2. En los hombres se produce: Disfunción eréctil, atrofia testicular, baja formación de esperma y mayor proporción de cáncer de próstata.
  3. En la mujer se produce: Ginecomastia, vello facial y voz ronca.
  4. Problemas físicos y estéticos: Desproporción entre cabeza y cuerpo; problemas óseos y articulares; sobrecarga del músculo, lo cual influye negativamente en los tendones y huesos con mayor número de desgarros, esguinces y falta de agilidad.
  5. Dieta: Se eliminan grasas y se consumen proteínas en exceso lo cual requiere un trabajo extra del hígado. Se deben realizar análisis para controlar posibles alteraciones hormonales y en las enzimas.

Uso de anabólicos esteroides

Los anabólicos esteroides, más precisamente anabólicos androgénicos esteroides, pertenecen al grupo de drogas ergogénicas, también llamadas drogas de performance. Son sustancias sintéticas derivadas de la testosterona, una hormona natural masculina.

Un hombre sano produce entre 2 y 10 miligramos de testosterona al día (las mujeres también la producen, pero en cantidades residuales). Las hormonas anabólicas ayudan al cuerpo a absorber las proteínas, propician el desarrollo muscular, óseo y de la piel.


Las características androgénicas de la testosterona se relacionan con la masculinidad: durante la pubertad permite el desarrollo sexual masculino, el crecimiento capilar en el cuerpo y el agravamiento de la voz.


El uso no terapéutico de anabólicos androgénicos esteroides en adolescentes y jóvenes adultos aumentó significativamente durante las dos últimas décadas. Los más recientes estudios hechos por The National Institute on Drug Abuse y el National Clearinghouse on Alcohol and Drug Information de los Estados Unidos prueban que el uso indiscriminado y sin control de esteroides produce severos problemas a la salud física y psíquica.

Peligros que acarrea el uso de esteroides

Se han encontrado abundantes evidencias sobre los perjuicios que el uso de anabólicos esteroides causa al cuerpo y la mente de sus consumidores. Su uso prolongado afecta la capacidad de procesamiento de información del cerebro, pudiendo derivar en enfermedades mentales irreversibles. Además, se detectan síntomas similares a las adicciones a otras drogas: deseo incontenible de consumir nuevamente, imposibilidad de reducir las dosis y síndrome de abstinencia. Se ha probado la dependencia psicológica, estudiándose la dependencia física. Como dato significativo, se han observado ampliamente estos efectos perjudiciales no solo entre quienes se sometieron a megadosis, sino también entre quienes lo hicieron con dosis moderadas. Quienes consumen grandes dosis, típicamente sufren cambios en la experiencia y características sexuales. Los efectos perjudiciales se pueden dividir en:
  • En hombres: aunque son derivados de una hormona sexual masculina, la droga puede afectar el funcionamiento del sistema reproductor. Entre sus efectos se encuentran: atrofia de testículos e hipertrofia prostática (ambos implican graves riesgos de cáncer); reducción de la producción de esperma; impotencia; calvicie; dificultad o dolor en la micción; desarrollo de pechos. Además, puede afectar al autocontrol de la agresividad y el manejo sexual.
  • En mujeres: las mujeres pueden experimentar, entre otros problemas, la “masculinización”: hipertrofia de clítoris; desarrollo anormal de vello facial y corporal; agravamiento de la voz.
  • En ambos sexos: ictericia; acné; temblores; dificultades respiratorias; dolor, hinchazón y edema (acumulación de líquidos) en articulaciones; aumento de presión arterial; aumento de posibilidades de lesiones en músculos, tendones y ligamentos; gran incremento del riesgo de contraer cáncer en diversas formas.

Estos efectos son especialmente peligrosos en preadolescentes y adolescentes, ya que su utilización aún en dosis mínimas puede afectar irreversiblemente el crecimiento. Por ello, su prescripción médica es sumamente rara, reduciéndose a casos de enfermedades graves.